Tu silencio. Es lo que más añoro.
Sentir sólo el latido de tu piel
y tu sangre fluyendo como miel,
enhebrando la vida entre mis poros.
Tu voz llegaba a mí ancha y desnuda
y al oírte en tu voz me acurrucaba,
voz que en finos pétalos resbalaba
respondiendo mi voz, lejana y muda.
Tu corazón latiendo nueve lunas,
melodía de azul a mis sentidos,
tamborileo suave de aceitunas.
Déjame recobrar aquel latido,
el primero y el último sonido
y déjame morir junto a tu cuna.
Sentir sólo el latido de tu piel
y tu sangre fluyendo como miel,
enhebrando la vida entre mis poros.
Tu voz llegaba a mí ancha y desnuda
y al oírte en tu voz me acurrucaba,
voz que en finos pétalos resbalaba
respondiendo mi voz, lejana y muda.
Tu corazón latiendo nueve lunas,
melodía de azul a mis sentidos,
tamborileo suave de aceitunas.
Déjame recobrar aquel latido,
el primero y el último sonido
y déjame morir junto a tu cuna.
Enrique Cortés
1 comentario:
¿ 'casomejor
n'nabernacío?
n a c o
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