El bueno de John Dee

El bueno de John Dee se ha enamorado
de una chica que ha conocido en las fiestas de su pueblo.
Tiene un culito precioso y una sonrisa de nata,
la chica, no John, claro.
Johnny le compra una rosa y pasean de la mano.
Tras el concierto, ella y su amiga le piden que les sujete el bolso,
van a intentar conseguir un autógrafo.
John Dee la mira alejarse, con su cara de paleto,
deseando que lo consiga,
así estará contenta toda la noche.
Quince minutos después John Dee sigue enamorado,
esperando en una esquina con dos bolsos en la mano,
A treinta metros de allí,
su chica y la amiguita
saborean con deleite
el amargo semen de su cantante favorito.

Enrique Cortés