ser es más que estar

16 oct 2006

Osaka en el Reino de León (V)

Cuando uno se lanza a recorrer España por pueblos, aldeas y pequeñas ciudades, se sobrecoge al descubrir un país muy lejano de los centros de decisión en Madrid y Barcelona, de las grandes autopístas y los complejos empresariales, pero lleno de un espíritu sabio y antiguo, una esencia de raíces que el sentimiento percibe abrumado, y la razón no se explica. Madrid es desde hace ya tiempo corbata y bono de metro, corte inglés y botellón, Pablo Picasso en el Reina Sofía y copas en Pachá. Barcelona son yates en el puerto, costo pakistaní en las Ramblas, neoprogres ultranacionalistas y una Diagonal cada día más grande y más hueca al mismo tiempo, como un globo. Sin embargo, casi todo el resto de España avanza despacio, con ecos de la gran ciudad donde los políticos empapan su tabique nasal en gloria urbanística, pero guarda en lo profundo de sus pueblos y aldeas una esencia que nunca se irá, que seguirá allí aunque caigan cien bombas atómicas en Madrid o la bolsa se arrastre y el mundo se arruine. Uno camina por el Reino y se encuentra a menudo uno de esos verracos de granito de origen celta cuyo significado los expertos se esfuerzan en descubrir. ¿Señales de enterramientos, de tesoros, de buenos pastos y rutas trashumantes? Tal vez esas figuras de piedra fueran el intento del pueblo vetón de transmitir a los que vendrían después (romanos, árabes, godos...) que la esencia de un pueblo se puede enriquecer, pero no asesinar, y que, como el resistente granito, ese espíritu seguirá siempre en nuestro interior, memoria interior latente que nos recuerda lo que somos, nuestros auténticos orígenes, por mucho que otros se esfuercen en cambiar la historia de lo que fue. Sirva este post para recordar que la historia de España no se escribe en las capitales, en las votaciones del Congreso o en los titulares de prensa, sino en el interior de cada pueblo, de cada casa y de cada español.

Verraco frente al castillo de Enrique II Trastámara, actual parador de Ciudad Rodrigo (Salamanca)

3 comentarios:

o s a k a dijo...

muy de acuerdo. La 'historia por decreto' nunca suplantará la Patria que late en el corazón de los hombres. Ésa que suma, que construye, más fuerte que el odio de los necios y más consistente que cualquier manipulación abstracta.

la historia de BOE, de comunicado oficial, es un terrón de azúcar a la luz de la verdad

la que grita
"patria es donde quiera que estén los míos"

n a c o

Coronel Kurtz dijo...

Es un placer pasear por el reino de León.

o s a k a dijo...

lo que es un placer es tenerte por casa

n a c o
humildecasa

a r c h i v o

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(estamos) llamados a ser