Azul del agua de tu manantial,
rojo que en tu interior es tempestad,
negras penas y negra soledad,
blanco de tu belleza de cristal,
del verde tu armonía vegetal,
gris es siempre el color de mi verdad,
ámbar dorado tu felicidad,
rosa en la primavera del rosal.
Algún dios lejano te imaginó
dibujando tus líneas con soltura,
con pinceles de luz coloreó
tu rostro de azucena prematura,
su mano lentamente te elevó
formando el arco iris tu figura.
Enrique Cortés
ser es más que estar
30 ene 2007
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a r c h i v o
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(estamos) llamados a ser
10 comentarios:
un soneto precioso, EC
n a c o
y aunque tu verdad sea gris, hay mucho COLOR en tu paleta
n a c o
Plas,plas,plas!!
Es muy bonito,creo que ha cualquier madre que se le escribiera eso, se pondría roja :)
Un saludo!!
Alicia, malas artes
Continúa; refrescas la mañana.
alegra la mañana; te trasporta a un lugar de paz y armonia.A cualquier mujer(madre, hermana, amigas) se derritiria a tus pies.
gracias. besos grandes.
Beatriz
Te linké en mi blog
Jo, muchísimas gracias por vuestros comentarios.
Naco: El color de mi paleta es el que vosotros ponéis en ella cada día.
Alicia: Acertaste! Es un poema dedicado a mi madre, aunque aquí no lo haya especificado. Y se puso a llorar, la pobre.
Ignacio: Corro raudo y veloz a ver las novedades de tu blog!
Bea: Jeje, espero que no se derrita ninguna, que después hay que recogerla y es un coñazo. No, en serio, es genial tenerte por aquí.
E.C.
Entre gises nos movemos mirando el arcoiris al fondo.
Esto...yo sé que con este poema se tiende a pensar en una figura femenina pero, ¿por qué? ¿Acaso un hombre no puede inspirar algo parecido? ¿Sensibilidad? ¿Armonía? ¿Belleza?
Lo sé, lo sé...Es que me están comiendo la cabeza con la coeducación y esas cosas...Pero aún así, ¡arriba los hombres sensibles que inspiran -y crean- dulzura y belleza!
Tienes razón, brid. Pueden inspirar eso y más, y siempre pensé que la ternura era mucho más apreciable en un hombre que en una mujer. Tal vez estemos hechos de tópicos o de mayorías. Pero no sé por qué, reticencias simbólicas supongo. Lo de la coeducación y eso.
Aunque en este poema, yo comencé a imaginar a una mujer tras él justo con eso de "tu rostro de azucena prematura". Precioso igualmente.
eMe
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