Esta secuencia me habla de la diferencia entre el ser y el estar. Los muebles están y permanecen, inmóviles y eternos. Los comensales son, desfigurados por el tiempo, condenados a desaparecer,a esfumarse como versos olvidados, pero con la tremenda fortuna de ser, de vivir, de accionar el mundo a su alrededor, percibirlo y disfrutarlo. Desaparecen, pero son. El resto permanece, pero tan sólo está. Y hablando de estar... quién era el tercer comensal?
5 comentarios:
Esta secuencia me habla de la diferencia entre el ser y el estar. Los muebles están y permanecen, inmóviles y eternos. Los comensales son, desfigurados por el tiempo, condenados a desaparecer,a esfumarse como versos olvidados, pero con la tremenda fortuna de ser, de vivir, de accionar el mundo a su alrededor, percibirlo y disfrutarlo. Desaparecen, pero son. El resto permanece, pero tan sólo está. Y hablando de estar... quién era el tercer comensal?
E.C.
el que -como siempre- en lugar de ayudar a poner la mesa se puso a hacer fotos, jeje...
n a c o
[me gusta tu interpretación]
Ahhhh, ya lo veo claro, ya
E.C.
Tres suelen ser multitud, pero en este caso, su intervención ha sido un acierto.
el acierto fue quedarme a comer en lugar de irme a la piscina...
qué bien cocinas, abuelita!
n a c o
Publicar un comentario