ser es más que estar

21 jul 2006

Luces, cámara...


Siempre he estimado que si algo nos diferencia del resto de seres vivos no es nuestra inteligencia, pues la mayor parte de nuestra vida es un hábito continuo en el que ni siquiera hacemos uso de tan interesante cualidad. Sin embargo, sólo unas pocas especies tienen la capacidad de recordar y nosotros, además, contamos con la posibilidad del recuerdo consciente y voluntario. Anochece, doy las buenas noches a mis gatas, me tumbo en la cama, abro la ventana para que entre algo de fresco y me pierdo en esa geografía interior que es el recuerdo. Un amigo me dijo que una de las cosas que más le sorprendía de mí era mi costumbre de retroanalizar mi propia vida, lo que me sucedía, de almacenarlo en parcelas y ordenarlo. Mi vida se convierte minuto a minuto en recuerdos monocromáticos (no sé por qué, pero soy incapaz de recordar en color), recuerdos que guardo en la mochila del pensamiento y a los que vuelvo a menudo en mis momentos de soledad para buscar en ellos la estrategia con la que plantear mi modesto futuro.
Últimamente mi vida ha dado más giros de los previstos (ves, Nacho? Te dije que éste sería un año peculiar, ¡y sólo llevamos la mitad!). Cuestiones laborales, sentimentales, todas esas cosas... Y, aunque no me veo incapaz de afrontar los cambios, me falta esa soledad necesaria para apartarme de mi propio fluir vital, observar mi memoria de lo sucedido y ver qué narices le está pasando al prota de esta película de serie B que es mi vida. Me falta la soledad pero temo que, si vuelvo a por ella, tal vez pierda a los que me salvaron de la soledad precisamente. ¿Qué dilema, verdad? Seguir rodando o guardar las cámaras en un baúl, despedir al equipo, y marcharse a la sala de montaje para ver qué llevamos hasta ahora. Al final va a resultar que no es fácil esto de vivir...
E.C. (foto de Ig)

1 comentario:

Anónimo dijo...

en una sala de montaje se produce el milagro definitivo de la mesura, la síntesis y la manipulación . Es allí donde se toma LA DECISIÓN FINAL de qué hacer con todo el metraje rodado.

Toca sala de montaje. El (fantástico) equipo de rodaje ya hizo su trabajo, y sólo volverá a escena cuando estés en condiciones de rodar de nuevo. Cuando sepas qué rodar.

Volver sólo si hay mensaje y quiere decirse mejor, más alto, más rápido, más fuerte. Hay que volver para ganar, o no volver en absoluto

De modo que no te preocupes.

Un fuerte abrazo,
Ig.

a r c h i v o

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(estamos) llamados a ser