A menudo me pregunto qué debió de sentir. ¿Lo imaginas? Es difícil... Sólo espero que la naturaleza le diera al menos el respiro de no conocer su futuro. Aquel árbol comenzaría siendo una pequeña semilla germinando en libertad, ignorante del destino que los hombres le tenían reservado. Porque, si lo sabía, siquiera si lo intuía levemente, ¿no habría llenado acaso la noche con sus gristos de silencio, miedo susurrado al viento entrelazado con sus hojas? No, no puedo creer que la existencia sea tan cruel. Un día unos hombres pasaron junto a su tronco y lo escogieron para la tala.
Él lo aceptó. Muchos como él habían caído antes. Los hombres los usaban para calentar el hogar, construir muebles y herramientas... casi me aventuraría a decir que vio su propio final como algo natural. Pero tal vez cuando lo cortaron su savia siguió latiendo con unos restos de vida, tal vez observó con horror cómo seccionaban su cuerpo y lo que hacían con él.
Y quizá entonces, cuando lo elevaron sobre un monte y su madera se empapó con la sangre de un inocente, gritó al infinito su tristeza en forma de lágrimas de resina.
A veces pienso que ojalá los árboles no sientan nada. Y así lo espero con aquel ciprés, aquel cuya madera cruzaron y clavaron en la tierra, el elegido.
Él lo aceptó. Muchos como él habían caído antes. Los hombres los usaban para calentar el hogar, construir muebles y herramientas... casi me aventuraría a decir que vio su propio final como algo natural. Pero tal vez cuando lo cortaron su savia siguió latiendo con unos restos de vida, tal vez observó con horror cómo seccionaban su cuerpo y lo que hacían con él.
Y quizá entonces, cuando lo elevaron sobre un monte y su madera se empapó con la sangre de un inocente, gritó al infinito su tristeza en forma de lágrimas de resina.
A veces pienso que ojalá los árboles no sientan nada. Y así lo espero con aquel ciprés, aquel cuya madera cruzaron y clavaron en la tierra, el elegido.
5 comentarios:
EL MISTERIO DEL DOLOR
EL MISTERIO DE LA MUERTE
no pienso que corramos un destino diferente al de aquel árbol. Nuestros despojos serán alimento cósmico. Real. Somos humus en potencia.
Nosotros sabemos que nos vamos a morir.
Por eso lo obviamos. A veces.
¿qué sentido tiene el dolor?
¿y qué sentido la muerte?
La respuesta a ambas quizá dependa de la respuesta DE CADA UNO de nosotros a la tercera - y última - de las preguntas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
¿qué sentido tiene la vida?
Ig.
aquel hombre, clavado a aquel árbol, sabía que su vida tenía sentido.
Eso lo cambia todo. Ése es el mensaje.
Somos torpes, y necesitamos que alguien nos mire desde la cruz, desde lo alto de lo más bajo, para darnos cuenta. A veces. De que todo tiene sentido.
Gracias de nuevo por tu texto. Es enorme.
Ig.
Desde lo alto de lo más bajo... Eso merecería encabezar una novela.
E. C.
en realidad no me gustó por cursi... que las lágrimas de savia.
lo mejor es el cuadro, en mi humilde opinión. Coincido en que somos humus en potencia.
por lo demás, me permito recomendar la lectura del evangelio según jesucristo.
jó, no es por nada, pero si esto te parece cursi... aquí vas a tragar toneladas de 'cursiladas' por el estilo
y lo digo desdelrespeto...
Ig.
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