amistad

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"El comienzo pudo ser una frase resultona, la sonrisa que le adornaba o esa voz pausada con la que clavaba cuchillos. Cabe, por qué no, que aquel día me aburriera y contara las horas que faltaban para un viaje. O que el azar, disfrazado de destino, nos deparara un breve encuentro. El caso es que un minuto antes yo estaba solo.

El principio, chispeante, eran pipas en el suelo. Con los años, las cañas y las chicas dieron paso a otros lugares. Daba igual; lo uno valía por lo otro y era mudable por cualquier entorno más."

Amistad.


La amistad nos devuelve la libertad y supone el último reducto de la alegría, especies en extinción, por el egoísmo y el miedo de una sociedad sin reemplazo. Detrás nuestro vendrá el enigma, el desconcierto. Se verá.

Mi generación es una generación perdida, sumida en el ensueño, que en su esclavitud -de formas múltiples y cambiantes- se piensa soberana de los vientos. Pasará. Morirá. Moriremos.


_ ¿Entonces? ¿A qué tanto revuelo, estos desvelos? ¿De dónde esta duda que denuncia el silencio de los corderos?

_ Del contraste, sin duda. Del contraste, qué remedio. De la experiencia del encuentro.

La amistad es un espejo en el que vemos nuestras alas. Nos invita a desplegarlas sin tener que disculparnos. A mirar a las alturas y moverlas por antojo. Suspendidos en el aire nos sentimos transformar y prende nuestra sangre, agitada como el mar.

La amistad es el contraste con el infierno. Por ella salvaremos nuestras almas, la distancia celestial.

Que sólo el amor cuesta porque sólo el amor vale.

Cuando todo venga a hundirse, intenta siempre recordar,
Quién te llama por tu nombre y viene presto a rescatar
lo que queda de esas ruinas que quisieron despegar.


El suelo tiembla, el aire es verde, cuánto tiene que pasar.
Pero queda la esperanza, que no es ciega, es de verdad.
Y si este mundo injusto
y soportarlo
es el precio por pagar,
fuera el oro, vengan deudas,
pues qué grande su amistad.

n a c o
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